Si hay una prenda que personifica la vida isleña, ésa es el pareo. Corto, largo, una falda, un vestido para las chicas o un taparrabos para los hombres. Hay 1001 formas de llevarlo.

Verdadera institución sartorial en la Polinesia Francesa, el pareo, conocido como pāreu en tahitiano, es un emblema de Tahití y sus Islas. Más que un cuadrado de tela, esta joya artesanal viste, cubre, celebra y simboliza la cultura polinesia. Por eso, ¡llevarlo bien es todo un arte! Aquí tienes nuestros consejos para atarte el pareo de diferentes maneras.

El pareo como medio de expresión y tradición

Arraigado en la tradición polinesia, el pareo se lleva a diario, en casa y en la playa. Esta versátil pieza no sólo se utiliza en los grandes acontecimientos culturales, como el Tū’aro Mā’ohi y el Heiva i Tahiti,sino que también se usa con frecuencia como traje de baile, añadiendo un toque de elegancia a los movimientos de los bailarines. Cada año, la Polinesia Francesa celebra incluso un día dedicado al pareo, invitando a todo el mundo a vestirse con este tejido, ¡incluso para ir a trabajar! La elegancia del pareo atrajo la atención de pintores como Paul Gauguin, hipnotizado por el brillo de los colores y la belleza de los dibujos.

De origen modesto, confeccionado con corteza de planta batida, el pareo actual tiene multitud de usos, y puede utilizarse como manta ligera, toalla de playa o para cubrir un sillón o un mueble. También subraya la gracia natural de los vahines, que conceden gran importancia a llevar prendas tan bellas como prácticas. Suele ser colorido, con motivos vegetales como helechos y otras plantas, que solían pintarse con plantillas y tinta negra. Suele comprarse en el mercado de Papeete, en ferias y tiendas de recuerdos, donde se puede elegir entre una gran variedad de motivos y colores.

Organizado por Tahiti Tourisme, el pareo tiene incluso su propio Día oficial. Una vez al año, se invita a todo el mundo a llevar un pareo al trabajo.

Mil y una formas de atarse el pareo

Liso o estampado, en la playa o en la ciudad, como bufanda cuando hace frío o como taparrabos cuando hace calor, el pareo es realmente el accesorio de moda por excelencia. Todo lo que necesitas para atarlo es un nudo o un bonito lazo de nácar o coco. Después, todo es cuestión de gustos. Una vuelta completa alrededor del busto y un nudo en el hombro, y ya tienes un vestido. Si lo doblas por la mitad a lo largo y le haces un nudo en la cintura, tienes una falda corta. Hay tantas variaciones como lazos para probar.

No sólo las vāhine (mujeres) llevan este tejido ligero y colorido. Los hombres, los tāne en tahitiano, también lo hacen. Sobre todo durante las competiciones deportivas tradicionales. Suelen llevarlo como taparrabos, corto o largo. Para atarlo, ni siquiera hace falta un nudo. Unos cuantos pliegues de esta tela de dos metros de largo y se convierte en un pantalón corto.

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