Uno de los recuerdos más emblemáticos que llevarse de Tahití y sus Islas es una cesta tejida. En el mercado de Papeete, en los pequeños puestos de carretera de las islas o directamente a los artesanos, seguro que encuentra la cesta que nunca le abandonará. Un auténtico accesorio de moda.

La palabra tahitiana para cesta es ‘ete. Todos los años, el Departamento de Artesanía Tradicional de la Polinesia organiza la Operación ‘ete para aprender a tejer una cesta. Esta organización es un organismo gubernamental de la Polinesia Francesa que promueve la artesanía local y mejora la actividad económica en este sector tradicional. De hecho, en Tahití y sus Islas, la artesanía ocupa un lugar central en el patrimonio cultural. Los polinesios desean que este patrimonio se transmita a las generaciones futuras. Y por qué no incorporarlo al turismo, para que los viajeros puedan sumergirse más en la cultura tahitiana. Durante un viaje a las islas de la Polinesia Francesa, descubrirá muchas facetas de esta artesanía. Se pueden comprar en todos los archipiélagos. Le contamos cómo se fabrica este accesorio imprescindible.

Cómo se hace una cesta tejida

Las cestas tejidas son la encarnación misma de la artesanía polinesia. Robustas y prácticas, te acompañan a todas partes, desde la playa hasta la compra de fruta, verdura y otros productos ecológicos… Este accesorio no se entrega a domicilio. Hay que ir al mercado de Papeete, a una tarifa artesanal (casa tradicional) o al borde de la carretera. Los precios varían según el lugar de venta y el tamaño del producto. Cuando compre una, no dude en preguntar a las mamás detalles sobre cómo se fabrican estas cestas tradicionales. El arte de tejer no se improvisa, es una verdadera habilidad. Es en las Islas Australes donde el tejido alcanza su máximo esplendor. Los habitantes de este archipiélago son famosos por crear productos de una calidad excepcional. Es digno de la Alta Costura, pero con productos vegetales.

Las técnicas de este arte se han transmitido de generación en generación. Hacer una cesta es un proceso largo y minucioso. Primero hay que preparar la materia prima. Las mamás cortan largas hojas de pandanus (cultivadas en la zona). Luego las secan al aire libre y las juntan en grandes rollos. Luego llega el momento de tejer. Y aquí es donde la destreza de sus manos expertas marca la diferencia. Algunos países pueden exigir que las cestas tejidas se sometan a controles fitosanitarios. Infórmese en el consulado de su país de destino sobre la normativa aplicable.

A cada cual lo suyo

Por supuesto, hay otros souvenirs típicos de Tahití y sus Islas, productos locales que puede traer de vuelta en su equipaje. Pero los mejores recuerdos siempre serán los paisajes que vio, las actividades que realizó y la gente que conoció.

Un tiki de piedra o madera es un buen artículo para meter en la maleta, sobre todo si se ha estado en la isla de Ua Pou, en el archipiélago de las Marquesas. Otro souvenir es un plato de madera, típico de la Polinesia Francesa. Es perfecto para colocar frutas y verduras. Para sus seres queridos, llévese unos bonitos collares de perlas, una joya de nácar, mermeladas de frutas tropicales o rones y licores locales. Todas estas artesanías están disponibles a precios asequibles en todo Tahití y sus Islas. De hecho, evitamos el reparto a domicilio, ya que preferimos comprarlas directamente a los productores.

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