Con paisajes impresionantes, desde montañas escarpadas a valles y altiplanos, estas islas son famosas por sus actividades agrícolas. En cada isla se pueden encontrar algunos restos arqueológicos, testimonio de una comunidad preeuropea bien organizada y rica en prácticas culturales y religiosas.
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Rurutu, la cueva Taupe’e (la cueva del monstruo)
Ésta es una de las espectaculares cuevas de Rurutu. Su simpático apodo “las fauces del monstruo” se debe a su impresionante exterior, con sus enormes estalactitas y estalagmitas. Parecen los dientes de un monstruo. Situado en la ladera de un acantilado, el camino para llegar es difícil y requiere un guía. Sin embargo, una vez que has llegado, la boca se transforma en un hermoso promontorio. La vista sobre el Pacífico te hará olvidar todos tus esfuerzos. Y si tienes suerte, incluso podrás ver ballenas.
2
Rurutu, te Ana A’eo
También conocida como la gruta Mitterrand, debe su apodo al presidente francés François Mitterrand, que pronunció aquí un discurso durante su visita a la isla el 17 de mayo de 1990. Su verdadero nombre es Ana A’eo, que significa “la que da miedo”. De muy fácil acceso, esta cueva es la mayor y una de las más impresionantes de Rurutu. Sus enormes estalactitas y estalagmitas le dan un aire de catedral de roca.
3
Rurutu, el mirador sobre la Bahía de Avera
Éste es sin duda uno de los miradores más bellos de la isla de Rurutu. En un paseo por la isla, tómate tu tiempo para detenerte en la plataforma al pie de Matotea, el llamado acantilado blanco. Rodeado de exuberante vegetación, cocoteros y helechos arborescentes, este gran acantilado de basalto está cubierto de líquenes y ofrece una magnífica vista de la bahía y del pueblo de Avera.
4
Rurutu, Monte Manureva
La isla de Rurutu es un paraíso en el sur de las Islas Australes. Su imponente relieve contrasta con las imágenes de postal de Las Islas de Tahiti, tan arraigadas en el imaginario colectivo. Rurutu está dominado por tres picos, el más alto de los cuales es el monte Manureva, de 385 m. Ofrece unas vistas impresionantes de los pueblos de Moerai y Avera. A pie o en bicicleta eléctrica de montaña, el acceso es fácil y gratuito.
5
Rimatara, la bahía de las Vírgenes
Puede que sea la más pequeña de las Islas Australes habitadas, pero no por ello es menos majestuosa… Rimatara está salpicada de bahías y playas idílicas. La Bahía de las Vírgenes es una serie de calas bien abrigadas, de aguas turquesas, arena blanca, cocoteros y pinos… Un lugar de ensueño donde la tranquilidad está garantizada. Aquí, extrañas formaciones coralinas han formado una especie de piscina, le bain des Vierges, la Poza de las Vírgenes. El lugar también le dio su nombre a la playa.
6
Rimatara, el templo protestante de Mutuaura
Mutuaura es una de las playas más bellas de Rimatara. También encontrarás el templo protestante del mismo nombre. El edificio se construyó en 1857 utilizando losas del marae de la aldea. Si vas un domingo, no te pierdas la misa. Es el lugar de reunión de muchos fieles de Mutuaura, todos vestidos con sus mejores galas. Aprovecha la ocasión para dejarte llevar por el magnífico canto de los fieles.
7
Raivavae, el motu Vaiamanu
Se trata de uno de los lugares más bellos de las Islas Australes, y desde luego de Las Islas de Tahiti. Conocido por su verdadero nombre, Vaiamanu, el motu piscine está situado a unos veinte minutos de la isla principal. Para entender su apodo, no hace falta mirar muy lejos… Es una cadena de motu de arena blanca bordeados por una laguna de 50 tonos de azul. Por supuesto, esta piscina natural en la laguna es una invitación a nadar.
8
Raivavae, Monte Hiro
Esta es la excursión imprescindible de la isla de Raivavae. Como suele ocurrir, tienes que ganarte el camino a la cima de una montaña. Y el Monte Hiro no es una excepción. El ascenso hasta los 438.5 metros no es fácil y es mejor ir acompañado de un guía. Pero, como ocurre a menudo, el esfuerzo tiene su recompensa. Una vez alcanzada la cima, la vista de la isla de Raivavae es absolutamente impresionante.
9
Tubuai, Monte Taitaa
En la isla de Tubuai, casi todo el mundo es pescador. Y aquí, es la almeja la que más se atrae. La pesca es accesible a todos, especialmente en el motu Tapapa Tavae. Solo tienes que meter la nariz bajo el agua excepcionalmente clara y descubrirás docenas de almejas. Acompañado por un guía, podrás degustar el marisco mientras disfrutas de las vistas sobre Tubuai.
10
Tubuai, el motu Tapapa Tavae
En la isla de Tubuai, casi todo el mundo es pescador. Y aquí, es la almeja la que más se atrae. La pesca es accesible a todos, especialmente en el motu Tapapa Tavae. Solo tienes que meter la nariz bajo el agua excepcionalmente clara y descubrirás docenas de almejas. Acompañado por un guía, podrás degustar el marisco mientras disfrutas de las vistas sobre Tubuai.
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